sábado, 25 de agosto de 2007

Pequeña hoguera. Parte III

Al volver la esquina una brisa de murmullos me llega desde un corrillo de gente, unos metros más adelante. Alrededor de lo que supongo será el cuerpo de Pablo hay unas quince personas que, atraídas por el morbo, se han acercado tanto como el horror les permite. Todo el mundo quiere ver y oler la sangre, pero a nadie le gusta, claro está, que le salpique.

“Disculpen, soy periodista”, mascullo mostrando bruscamente la tarjeta del videoclub “¿Me permite…? Gracias”. Antes de comenzar a disparar, me tomo un momento para contemplar la escena; quiero ser frío, analítico, objetivo. No puedo. Sólo lo consigo detrás de la cámara, mirando la pantallita. Pero esta vez no puedo.
En la acera hay un hombre muerto, con el cuello quebrado y la cabeza, calva, descansando en un discreto charquito de sangre. Está cubierto de cuerdecillas blancas e impolutas sábanas color azul cielo, y, aunque he visto pocos cadáveres, éste es el primero en mi vida que huele a suavizante. Levanto la vista hacia la fachada, y compruebo que, aunque no todos los balcones tenían tendedero, está claro que el del quinto sí, hasta que Pablo lo arrancó en su caída. Imagino que rebotó en el del cuarto, que parece intacto, y volvió a caer hasta que se partió la nuca contra el pavimento. Sí, eso debe haber sido. Comienzo a hacer fotos.

Antes de los veinte disparos la cámara avisa, bip, de que no queda espacio en la tarjeta. La cambio por una vacía que tengo en la funda, y sigo haciendo fotos del cuerpo, de la fachada, primeros planos de las manos crispadas, de los ojos azules, desorbitados… La muerte no tiene nada de hermoso. Ni este trabajo tampoco.


Debo de haber hecho unas cuarenta fotos cuando llega el primer coche patrulla, sin que yo me de cuenta. La gente abre paso a los representantes de la ley, mientras yo les doy la espalda como el gilipollas abstraído que soy. Me hacen volverme, y comienzan a interrogarme. Me piden mi licencia de periodista, y les digo que soy un aficionado. Se mosquean y me exigen el carrete, cosa que me hacer sonreír por primera vez en toda la mañana. Los introduzco rápidamente en la era digital, y luego les entrego la tarjeta. No obstante mi ejemplar conducta, me piden con un educado empujón que les acompañe a comisaría. Para hacerme unas preguntas. Decididamente, hay días en los que es mejor no levantarse. Y empiezo a pensar que es mejor no coger nunca el teléfono. Incluso si conoces el número.
Dios, pienso ya en el coche patrulla, voy a morir sólo.

Continuará. Me atraparé unos días a estudiar, y continuará.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

no no, dejate de cervantes y barbaris baturbamur y sigue un poquito más!que esperar hasta el dia 4 es mucho tiempo..:(

ANSIA!xD


Me cago en el puto msn de mierda que no funciona...¬¬ aggg...


besos zorra!

Victoria dijo...

¿Conocía el número?

O.o ...


Suerte ;)

Pay29a dijo...

muy bueno, ahora espero la IV, no tardes mucho, miss sinner introdujo la duda, conocia el número o no,???? o lo estamos leyemdo mal???
un abrazo

Anónimo dijo...

como le dijo cris a lois en una ocasion: mentiroso!!
me cuesta creer que hayas sufrido una repentina reforma de responsabilidad, demasiados dias para un guapo bohemio como tu ante un libro de texto.. (con cariño)

en cuanto al relato, me intriga lo del titulo, espero descubrir pronto a que se refiere! para no gustarte hitchcock, lo imitas muy bien, pero con estilo ;)

Anónimo dijo...

Pues el relato está interesante, espero la próxima entrega. Suerte con los exámenes!

Salud!

Riesgo dijo...

Jess, lo primero es lo primero. Claro que, según Fito, "no siempre lo urgente es lo importante". Tú verás zorra.

Gracias muchas a Sinner y a Pay, y no, no conocía el número. Se supone que lo miró en el Domo en la aprte I, y de ahí en Págians Amarillas Online o alguna hostia de ésas averiguó la dirección, para poder ir a sacar fotos. Supongo que lo escribí peor de lo habitual.

Shaerrawedd, si tú ya lo sabes xD. ¡Y gracias por tus mentiras!

Saludos.

Riesgo dijo...

Gracias, Mescalino. Hacemos lo que podemos, pero es que mis negros están de vacaciones y esto de escribir yo es muy fatigoso.
Saludos.

Ruvias Intelijentes dijo...

ains, que hidentificadas nos emos sentido con heste relato!! la berdad hes que un carnes de prensa saca de mas de un apuro. nosotras emos fotocopiado los nuestros i los repartimos gratuitamente hentre los coleguillas. bienen de marabilla para, a saver:
- hentrar por la patiya a conziertos
- a ruedas de prensa de hactores/hactoras guapetones
- a inaguraziones con piscolavis
- a cotiyear, sin mas

lla saves, churri. si quieres huno... tenemos barios modelos ;)

vesisssssss

Tamaruca dijo...

Qué morboso...

Un besito ensangrentado, suerte en los exámenes (yo tengo uno el lunes 3, si te sirve de consuelo...)

Juan Tamenela dijo...

En el talego tendrás toda la tranquilidad que necesitas para estudiar.

Saludos

Riesgo dijo...

Rubias: Lo quiero ya! Estoy dispuesto a pagar sumas vergonzosas. Por cierto que al protagonista le vendría bien uno de verdad xD.

Muchismas gracias, Tamaruca. Ídem con tu examen, y sí, me consuela, soy así de mezquino.

Quizá, Responsable. Si sigo estudiando a éste ritmo, posiblemente acabe viviendo allí.

Saludos a todos.